Cada día que eliges continuar, refuerzas tu compromiso con una vida más saludable y plena
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Adoptar hábitos saludables es esencial para vivir mejor, envejecer con calidad y manejar enfermedades crónicas. Sin embargo, comenzar y mantener una rutina positiva no siempre es fácil.
Con un enfoque claro y consistente, puedes lograrlo. Estos tres pasos te ayudarán a construir hábitos duraderos que transformen tu bienestar físico y mental.

Crea un plan con propósito
Antes de iniciar cualquier cambio, define tu “por qué”. Pregúntate por qué deseas mejorar tu alimentación, ejercitarte o dormir mejor.
Escribir tu motivo y colocarlo en un lugar visible te recordará tu compromiso cuando la motivación disminuya.
Luego, establece metas SMART: específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con límite de tiempo.
Por ejemplo, en lugar de decir “voy a comer más vegetales”, fija una meta concreta como “voy a incluir una ensalada en la cena tres veces por semana”.
Tener un plan estructurado te mantiene enfocado y reduce la posibilidad de abandono.
Sé responsable de tu progreso
El seguimiento constante marca la diferencia. Llevar un registro, ya sea en una app, diario o libreta, te permite ver tus avances y ajustar lo necesario.
Además, compartir tus metas con familiares o amigos puede darte apoyo y motivación extra.
Si vives con diabetes o prediabetes, programas como DSMES o el Programa Nacional de Prevención de la Diabetes (DPP) ofrecen acompañamiento profesional para sostener cambios de estilo de vida.
Celebra cada logro
Reconocer tus avances es clave para mantener la constancia. Recompénsate con algo positivo: dedica tiempo a tus pasatiempos, disfruta una tarde de descanso o prueba una actividad nueva.
No te frustres si los resultados tardan. Lo importante es la consistencia, no la perfección.

Cada día que eliges continuar, refuerzas tu compromiso con una vida más saludable y plena.
Fuente: CDC






