Así que la próxima vez que sientas ese impulso de noche, no lo reprimas. Acepta que tu mente encuentra su mejor versión cuando todo está en calma
Leer más: Sobrecarga progresiva y su influencia en el desarrollo muscular
Si alguna vez te has sorprendido lleno de ideas cuando todos duermen, no estás solo.
Para muchas personas, la noche se convierte en un espacio de inspiración donde surgen proyectos, soluciones y hasta sueños imposibles de imaginar en plena mañana.
Y no se trata solo de costumbre: tu cerebro tiene una explicación científica para ello.

Creatividad
Tu reloj circadiano puede estar retrasado, lo que significa que tu cuerpo libera melatonina (la hormona del sueño) más tarde que la mayoría.
Por eso, mientras otros madrugan con facilidad, tú encuentras tu mejor momento cuando cae el sol.
Este desfase es, en gran parte, hereditario y no tiene nada que ver con ser perezoso, sino con cómo funciona tu biología.
Durante la noche, tu córtex prefrontal, encargado de la concentración y el autocontrol, comienza a relajarse.
Eso reduce las barreras de la mente y abre paso al pensamiento divergente, que te permite conectar ideas aparentemente lejanas.
En otras palabras: en lugar de seguir un camino lógico y rígido, tu mente se expande y explora nuevas combinaciones.
A esto se suma que, en la segunda mitad del día, experimentas un pico de buen ánimo, lo que te hace más receptivo a la creatividad.
Y si decides descansar, el sueño REM puede darte aún más sorpresas: muchas ideas brillantes han surgido justo después de soñar.
Además, la noche te ofrece algo que difícilmente tienes de día: silencio y soledad. Sin ruidos ni interrupciones, tu concentración se vuelve más profunda.
Quizás por eso disfrutas escribir, dibujar o planear en esas horas en que el mundo parece detenerse.

Así que la próxima vez que sientas ese impulso de noche, no lo reprimas. Acepta que tu mente encuentra su mejor versión cuando todo está en calma.
Fuente: Vice






