Un aneurisma cerebral es una dilatación anormal en la pared de una arteria del cerebro y aunque puede mantenerse sin efectos durante años, al romperse termina siendo mortal

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Esta dilatación se produce cuando un punto débil del vaso sanguíneo se distiende por la presión del flujo sanguíneo, formando una especie de bolsa o globo.
Si bien no todos los aneurismas se rompen, al hacerlo puede causar una hemorragia cerebral grave, conocida como hemorragia subaracnoidea que pone en riesgo la vida.
¿Cómo se origina?
De acuerdo con Mayo Clinic, la formación de un aneurisma suele estar relacionada con una combinación de factores genéticos y adquiridos.
Algunas personas nacen con defectos en la estructura de las paredes arteriales, mientras que en otros casos el debilitamiento se desarrolla con el tiempo.
Factores como la hipertensión arterial, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, infecciones, traumatismos craneales o ciertas enfermedades del tejido conectivo aumentan el riesgo.

Síntomas
En la mayoría de los casos, un aneurisma cerebral pequeño sin romperse no produce síntomas. Sin embargo, si crece o ejerce presión sobre estructuras cercanas, puede generar:
- Dolor de cabeza persistente o localizado.
- Visión borrosa o doble.
- Dolor detrás o por encima de los ojos.
- Dificultad para hablar.
- Debilidad o entumecimiento en un lado del rostro.
Cuando un aneurisma se rompe, los síntomas aparecen de forma súbita e intensa y siempre suelen causar:
- Dolor de cabeza extremadamente fuerte y repentino, uno de los más intensos.
- Náuseas y vómitos.
- Rigidez en el cuello.
- Pérdida de conciencia.
- Convulsiones.

¿Por qué muchas personas no saben que lo tienen?
Un aneurisma cerebral suele llamarse enemigo silencioso porque puede permanecer sin síntomas durante años. Muchas personas descubren su existencia de manera incidental, durante estudios de imagen realizados por otras razones.
Su carácter asintomático depende del tamaño, la ubicación y el ritmo de crecimiento. Mientras no ejerza presión sobre nervios o tejidos cerebrales, es posible que pase completamente desapercibido.
Diagnóstico temprano
De acuerdo con los especialistas, no todos los aneurismas requieren cirugía inmediata, pero la detección temprana permite valorar el riesgo y definir un plan de tratamiento, que puede incluir observación, control de la presión arterial o intervención quirúrgica.
La resonancia magnética y la angiografía cerebral son herramientas clave para su diagnóstico.
El conocimiento de los factores de riesgo, la atención a síntomas sospechosos y la realización de chequeos médicos son pasos esenciales para prevenir complicaciones graves.
Fuente: Nota especial
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