Si vives fuera de México y no encuentras tomatillos frescos, no te preocupes: los tomatillos enlatados funcionan muy bien como sustituto
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La salsa verde mexicana es uno de esos básicos que nunca deben faltar en tu cocina.
Su sabor fresco y ligeramente picante la convierte en el complemento perfecto para tacos, enchiladas, chilaquiles, tamales o incluso para un simple plato de frijoles.
Prepararla en casa es más fácil de lo que imaginas, y lo mejor es que puedes conservarla en el refrigerador por unos días o congelarla para tenerla lista en cualquier momento.
Si vives fuera de México y no encuentras tomatillos frescos, no te preocupes: los tomatillos enlatados funcionan muy bien como sustituto.
Tú decides también el nivel de picante: usa chiles serranos para un sabor más intenso o jalapeños si prefieres un toque más suave.
Ingredientes:
- (Opcional) Cilantro fresco picado
- 6 tomates verdes lavados y sin cáscara
- 2 o 3 chiles serranos (o 1 jalapeño)
- 3 cucharadas de cebolla picada
- 1 diente de ajo
- 3 tazas de agua (aproximadamente)
- Sal al gusto

Pasos para preparar la salsa verde:
- En una olla mediana, pon a hervir el agua y agrega los tomates, los chiles y el ajo. Cocina a fuego medio durante 12 a 15 minutos o hasta que los ingredientes estén suaves.
- Si usas chile jalapeño, retira los tomates en cuanto estén cocidos y deja que el chile se cocine unos minutos más.
- Escurre los ingredientes cocidos y reserva ½ taza del agua de cocción.
- Coloca los tomates, chiles, ajo y cebolla en la licuadora. Agrega un poco del agua reservada y licúa hasta obtener una salsa uniforme.
- Vierte en un recipiente y sazona con sal al gusto. Si deseas, añade cilantro fresco picado.

Tu salsa verde casera se conservará en el refrigerador hasta por 3 días y congelada por 2 meses. ¡Lista para dar sabor auténtico a tus platillos!
Fuente: México en mi cocina