Leer un libro se ha convertido en un dolor de cabeza y una acción aburrida tanto para adultos como jóvenes y esto tiene una explicación.
Leer más: Por qué no debes obsesionarte con las horas de sueño
De acuerdo con diversos expertos en psicología, la lectura se ha visto desplazada por una serie de factores que merecen ser analizados desde el prisma del estilo de vida, especialmente desde el área digital.
Muchas personas se sienten con menos ganas, poco tiempo o escasa capacidad para sumergirse en un libro.
Todo esto ocurre en medio de la llamada era digital, y aunque muchos no lo crean es el responsable número uno en la falta de interés por la lectura.

Leer, el gran olvidado
Marian Rojas Estapé, una reconocida psiquiatra española reveló cómo la fascinación por los libros quedó en segundo plano cuando las redes sociales y la conectividad se instalaron en su vida diaria.
Estapé dijo en una entrevista para CQ que fue un gran desafío darse cuenta de lo que las redes sociales y el uso de pantallas estaba afectando negativamente su interés por los libros.
La también escritora detalló que el hecho de recuperar la capacidad de concentración y devolverle a la lectura el lugar que merece en medio del ruido incesante de la tecnología, es todo un reto, pero no es imposible.
A su juicio, modificar la rutina cuando se pasa la mayor parte del tiempo en el móvil, computadora o incluso la TV puede ser complejo, pero es necesario poner en práctica la disciplina.

“No se trata solo de leer por cumplir, se trata de disfrutar y comprender el material que tenemos en la mano. Precisamente el uso de pantallas y el acceso fácil a contenido digital evita que el cerebro se esfuerce y le resulte cada vez más difícil tener una atención sostenida a una actividad como la lectura”, explicó.
La gran mayoría de los profesionales de la psicología creen que los videos, podcast y materiales audiovisuales reducen la inercia hacia la lectura tradicional. Si bien la cotidianidad y las responsabilidades pueden ser factores influyentes, no inciden tanto como la tecnología.
Pues muchos usuarios optan por buscar en la web resúmenes o audiolibros para evitar la acción de abrir un libro y comprender lo que se está leyendo.
¿Qué hacer para recuperar el hábito?
Dado que la lectura tradicional aporta beneficios claros para la salud mental, la concentración y el bienestar, conviene plantear estrategias de estilo de vida que permitan volver a ella.

Algunas sugerencias de los profesionales en psicología son:
- Reservar un momento fijo cada día para leer, como parte de la rutina, y no solo cuando sobre el tiempo.
- Retirar el móvil o colocarlo fuera del alcance cuando se elige leer, para reducir el intento de interrupción.
- Practicar el détox digital una o dos veces por semana, de manera que el cerebro pueda aprender a soltar la necesidad de estar frente a una pantalla.
- Elegir un libro que realmente interese, más que por obligación, para que el acto de leer tenga un atractivo genuino.
Fuente: Infobae, Seasia, Medium






