Con la inscripción abierta en noviembre, la salud vuelve a ser un eje decisivo en el pulso político de Washington
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A quince años de su promulgación, la Ley de Atención Médica Asequible, conocida como Obamacare, sigue siendo uno de los temas más candentes en la política estadounidense.
El cierre parcial del Gobierno, que inició esta semana, reavivó la disputa entre demócratas y republicanos sobre la extensión de los subsidios federales que mantienen accesibles las primas de los seguros de salud.

Obamacare
Los subsidios fueron ampliados durante la pandemia bajo la administración Biden y están programados para expirar a finales de este año.
De no renovarse, las primas podrían aumentar hasta un 75 % en promedio, según KFF, lo que pondría en riesgo la cobertura de millones de estadounidenses.
Actualmente, unos 24 millones dependen de Obamacare para acceder a planes de salud, en especial trabajadores independientes y quienes no cuentan con seguros privados de sus empleadores.
Para los demócratas, este momento es una oportunidad política.
Presentan a los republicanos como responsables de posibles alzas en el costo de la atención médica y los acusan de priorizar recortes fiscales.
“No puedo quedarme de brazos cruzados y permitir que decenas de miles de personas mueran para que Trump y los republicanos otorguen un billón de dólares en exenciones fiscales al 1 % más rico”, afirmó el senador Bernie Sanders.
Los republicanos, en cambio, intentan redirigir la discusión hacia la inmigración, argumentando que los demócratas buscan beneficiar a indocumentados con fondos públicos.
Mientras tanto, las encuestas indican que el 71 % de los estadounidenses apoya mantener los subsidios.

El futuro de Obamacare será clave en las elecciones de medio término de 2026.
Con la inscripción abierta en noviembre, la salud vuelve a ser un eje decisivo en el pulso político de Washington.
Fuente: CNN