Lejos de ser tiempo perdido, estos instantes de relajación profunda permiten acceder a una fuente creativa difícil de reproducir en plena vigilia
Leer más: Paramount desafía a Netflix y lanza monstruosa oferta por Warner Bros
El estado hipnagógico, ese breve momento entre el sueño y la vigilia, se ha convertido en un terreno fértil para la creatividad.
Diversos estudios señalan que en esta franja semiconsciente se activan imágenes, sonidos e ideas que no suelen aparecer durante la plena conciencia.
Este fenómeno explica cómo surgieron grandes obras y descubrimientos, desde la melodía de Yesterday hasta la concepción del modelo atómico de Niels Bohr.

Una oferta jugosamente irresistible
Durante este estado, la mente consciente reduce su actividad y permite que emerjan ideas almacenadas en niveles más profundos de la mente.
Psicólogos y neurocientíficos sostienen que esa permeabilidad momentánea abre espacio para asociaciones inesperadas, soluciones innovadoras y conexiones que normalmente se escapan.
Un estudio de 2021 reveló que las personas en estado hipnagógico tenían tres veces más probabilidades de resolver problemas complejos al identificar reglas ocultas.
La relajación juega un papel fundamental. Al disminuir la actividad mental racional, la mente deja de llenarse de pensamientos repetitivos y se vuelve receptiva a nuevas percepciones.
Por eso, prácticas como la meditación, la ociosidad creativa o incluso las siestas breves se relacionan directamente con picos de creatividad.
La mente consciente se suaviza, y las ideas emergen con mayor fluidez.
A lo largo de la historia, muchos inventores, compositores y científicos han intentado provocar ese instante para estimular la creatividad.
Thomas Edison usaba la técnica de la “siesta consciente”: sostenía una bola de metal mientras se dejaba adormecer, y al caer al suelo el ruido lo despertaba justo en ese punto donde las ideas florecían.
El músico Paul McCartney, por su parte, se entrenó para escribir melodías y letras en la oscuridad para no perder lo que surgía en sus momentos hipnagógicos.

Para aprovechar este estado, los especialistas recomiendan tener una libreta o un grabador cerca de la cama. Registrar ideas al instante evita que se evaporen al despertar.
Lejos de ser tiempo perdido, estos instantes de relajación profunda permiten acceder a una fuente creativa difícil de reproducir en plena vigilia.
Fuente: BBC






