Los cócteles de los años 2000 representaron la revolución de las bebidas y actualmente siguen siendo reconocidos como los mejores
Leer más: Galletas de chocolate rellenas con Nutella: irresistibles y deliciosas
Después de una época dominada por tragos simples y dulzones de los años 80 y 90, surgió una nueva generación de bartenders decidida a recuperar la artesanía detrás de la barra.
Los ingredientes frescos, las técnicas clásicas y la creatividad impactaron significativamente en los 2000.
Muchos de los cócteles creados en esos años conquistaron las cartas de bares de autor en Nueva York y Londres.
A pesar de que ha pasado mucho tiempo desde que surgieron, todavía se consideran los mejores y los más solicitados en bares, restaurantes y locales nocturnos.
Según Food & Wine algunos de estos cócteles son:
Gin-Gin Mule (2000)
La bartender Audrey Saunders presentó una bebida que uniría lo mejor de dos mundos: el Moscow Mule y el mojito.
El resultado fue el Gin-Gin Mule, un cóctel que ayudó a popularizar la ginebra entre los amantes del vodka.
Su frescura se debe a la combinación de menta, lima, jengibre y ginebra, creando un trago que marcó el inicio de una nueva etapa para este destilado.

White Negroni (2001)
Cuando Wayne Collins y Nick Blacknell quisieron preparar un Negroni clásico en la feria Vinexpo de Burdeos, se toparon con un pequeño problema: no tenían campari ni vermut dulce.
Su ingenio los llevó a sustituirlos por Suze (un licor francés de genciana) y Lillet Blanc, logrando una versión más ligera y floral del famoso aperitivo italiano.

Gold Rush (2001)
En el mítico bar Milk & Honey de Nueva York, TJ Siegal reinventó el Whiskey Sour con un toque particular.
Mezclando bourbon, zumo de limón fresco y jarabe de miel, creó el Gold Rush: un cóctel que brilla por su equilibrio entre dulzor y acidez.
Su éxito fue tal que sirvió como base para otros tragos modernos.

Old Cuban (2001)
Otro de los cócteles creados por Audrey Saunders, el Old Cuban que combina el champán y el ron añejo.
Lima, menta, azúcar y bitter completan esta mezcla sofisticada que pronto se convirtió en una de las joyas del Pegu Club, uno de los bares más influyentes de su tiempo.

Porn Star Martini (2002)
En Londres, Douglas Ankrah creó uno de los cócteles más emblemáticos y provocativos de la década: el Porn Star Martini.
Esta mezcla de vodka de vainilla, licor de maracuyá, puré de fruta de la pasión y un toque de lima se sirve con una copa de espumante aparte, que equilibra y realza su perfil tropical.

Chartreuse Swizzle (2003)
Marco Dionysos presentó este cóctel en un concurso patrocinado por Chartreuse sin imaginar que se convertiría en un clásico moderno.
Su receta mezcla Chartreuse verde, jugo de piña, lima y falernum, sirviéndose con abundante hielo picado al estilo swizzle.

Puedes ver el resto de la selección de tragos en la página web de Food & Wine.
Fuente: Food & Wine