Ser el hermano mayor casi siempre representa una transición desafiante tanto para niños como adolescentes que exige paciencia y apoyo.
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Tanto los progenitores como los hermanos mayores atraviesan un proceso de ilusión, sin embargo, en el caso de los niños o adolescentes pueden presentar confusión e incluso celos.
De acuerdo con los psicólogos, este tipo de sentimientos hacia un nuevo bebé es completamente normal, pero es necesario que los hermanos mayores cuenten con el apoyo de los padres.
Si bien puede ser complejo, los padres tienen la responsabilidad de enseñar a los niños y mostrarles que la llegada de un nuevo miembro solo aumenta sus vínculos y no representa una amenaza.

¿Cómo ayudar a los hermanos mayores?
El hermano mayor puede sentir entusiasmo, pero también inseguridad, celos o miedo a perder la atención. Estas emociones son normales y deben validarse.
Así que lo recomendable es escuchar y reafirmar el cariño, dejando en claro que el nuevo miembro no reemplazará su lugar.
Involucrarse desde el embarazo
Incluir al niño y a los adolescentes en los preparativos genera sensación de pertenencia. Así que desde el inicio puede ayudar a elegir un peluche para el bebé, ver las ecografías o tocar la barriga cuando se mueva.
En el caso de niños pequeños, algunos expertos recomiendan leer cuentos sobre la llegada de un hermanito para anticipar lo que ocurrirá y dar un marco narrativo positivo.

Cuidar los espacios de atención exclusiva
En cuanto al cuidado de espacios, los especialistas en desarrollo infantil aconsejan reservar momentos especiales solo con el hermano mayor, aunque sean breves.
Leer un cuento a solas, jugar, pasear juntos o conversar antes de dormir, esto le transmite que su lugar en la familia sigue siendo único e irremplazable.
Fomentar el rol
Los niños suelen sentirse importantes cuando tienen “misiones”.
Pequeñas tareas como traer un pañal, elegir la ropa del bebé o cantar para calmarlo ayudan a que se perciba como parte esencial del equipo familiar.

Evitar comparaciones y etiquetas
Frases como “tú ya eres grande” o “el bebé se porta mejor que tú” pueden aumentar los celos.
Los expertos sugieren enfocarse en reconocer los logros de la figura del hermano mayor, sin presionarlo ni hacerlo sentir menos que su recién llegado compañero de crianza.
Recuerda que convertirse en hermano mayor es una transición y requiere de empatía, paciencia y estrategias prácticas. Con amor y atención a los detalles todo es posible.
Fuente: Guía para padres, Bebés y algo más, Enfoque familiar






