Hablar de rituales de bienestar podría interpretarse como procesos místicos para la buena fortuna. Pero en realidad son prácticas colectivas que nutren el cuerpo, la mente y el espíritu.
Los hogares Latinos se diferencian por muchas amplias razones, empezando por la gran importancia que le dan a la familia. Ese núcleo puede estar conformado por parientes o por personas cercanas que con el paso del tiempo se vuelven un miembro más.
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Su conexión con la cultura y las tradiciones permanece por generaciones y los llamados rituales se replican conforme pasan los años.
Estas prácticas van desde comer sentados en la mesa, sin importar que sea un día especial o utilizar remedios e infusiones herbales por sugerencias de las abuelas.
La verdad es que hablar de ellos es adentrarse a actividades comunes, pero que no todas las culturas replican.

Comida familiar y cocina como rituales de bienestar
En Latinoamérica existe la creencia de que al cuidar de los demás, se está cuidando a uno mismo. Por ello muchas familias tienden a ofrecer alimentos y bebidas al llegar un invitado.
Algunos son bastante serviciales, cordiales y muchas veces dadivosos, a pesar de no contar con grandes cantidades de dinero.
La comida familiar es más que una simple ingesta de alimentos. Así que si estás en una mesa Latina es probable que sientas una conexión significativa.

Muchos toman este espacio para escuchar, compartir alegrías y preocupaciones. También fomentan la conversación abierta sobre emociones y experiencias.
Por supuesto es un ritual que está arraigado a la cocina y esa particularidad de hacer platillos con amor. Ciertos hogares comparten recetas, tienen particularidades en sopas o guisos y casi siempre están basados en trucos e ingredientes secretos. ¡Todo un arte culinario!
Medicina de la abuela
Por otra parte, los hogares Latinos han mantenido una rica tradición de recurrir a la naturaleza y a remedios caseros como la primera línea de autocuidado.
Las infusiones y remedios herbales, que casi siempre son recomendaciones de abuelas, tienen el poder de calmar “hasta el mal de amor”.

Entre los rituales de bienestar destaca el tomar una taza de té de manzanilla para aliviar el estrés o conciliar el sueño.
El uso de ungüentos y bálsamos caseros, acompañados de un masaje suave de una figura materna, es otra práctica Latina. No solo tiene el poder de aliviar dolores físicos, sino que ofrece consuelo y es una forma de transmitir amor.
Fe, uno de los rituales de bienestar más significativos
La mayoría de las familias Latinas preservan su fe en prácticas religiosas que actúan como mecanismos de cuidado.
El rezo o la oración compartido entre amigos y familiares o la devoción individual ante un altar doméstico, son rituales que brindan un espacio para la paz mental, la reflexión y el agradecimiento.

Disfrutar la vida y descansar
Los rituales de bienestar suelen cubrir gran parte de la cotidianidad. Por ello el autocuidado no siempre es una tarea estructurada, a menudo significa solo saber aprender a descansar, vivir con calma y alegría.
Casi todos los Latinos valoran el descanso tanto como el arduo trabajo. El dormir la siesta o el aprender a tomarse unas horas de relax forman parte de un acto de autocuidado que se mantiene por generaciones.
Sin obviar que suelen ser el alma de la fiesta, cuando así lo requiere. Disfrutan del baile, la música y la celebración espontánea, ya que son actividades para celebrar y reír.
Aunque todos los hogares Latinos son diferentes, casi siempre suelen coincidir en algo y es que mientras más cuiden de otros, más felices y sanos pueden llegar a ser.
Fuente: Muza magazine, revista UPB, Wanderer






