En la actualidad, más mujeres priorizan la comodidad y la salud sobre los estándares estéticos tradicionales
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La cirugía de explantación mamaria, que consiste en retirar los implantes de senos, está en auge a nivel mundial.
Aunque durante décadas el aumento de busto fue una de las operaciones estéticas más populares, cada vez más mujeres optan por revertir este procedimiento.
Las causas suelen ser debido a cambios en el estilo de vida, incomodidad física, problemas de salud o insatisfacción con los resultados.

Ilustración fotográfica de Jason Lancaster/CNN/Getty Images
Implante mamario
De acuerdo con la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), entre 2020 y 2024 los procedimientos de explantación aumentaron en casi dos tercios, convirtiéndose en una tendencia en ascenso.
Sin embargo, aún representan un pequeño porcentaje frente al aumento de senos, que continúa siendo una de las cirugías estéticas más demandadas.
Las razones para optar por la explantación son diversas. Algunas mujeres consideran que sus implantes ya no se ajustan a su estilo de vida o que dificultan actividades físicas.
Otras enfrentan complicaciones médicas, como contracturas capsulares o riesgos asociados con determinados tipos de implantes.
También se han reportado síntomas agrupados bajo la denominada enfermedad por implantes mamarios (BII), que incluyen fatiga, dolor articular y problemas digestivos, aunque aún no existe consenso científico sobre su origen.
El procedimiento de explantación puede variar en complejidad: desde una simple retirada de los implantes hasta una capsulectomía completa, que elimina el tejido cicatricial circundante.
En muchos casos, se complementa con un levantamiento de senos para mejorar la estética tras la extracción.

Además del aspecto médico, la cirugía refleja un cambio cultural.
En la actualidad, más mujeres priorizan la comodidad y la salud sobre los estándares estéticos tradicionales.
Fuente: Nota especial