Los pies, al igual que el cutis, también requieren cuidados para mantenerlos saludables y libres de sequedad.

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Aunque muchos se enfocan en el rostro, las manos y el cabello, los pies también demandan atención. Pues estos acumulan durezas y en algunos casos denotan grietas y daños que exigen intervención de especialistas.

Por lo general, los pies tienden a sufrir sequedad por la falta de hidratación o el uso de calzado inadecuado. Además, los baños con agua caliente y ciertas condiciones médicas influyen en la salud de esta parte del cuerpo.

Los podólogos sugieren aplican algunos trucos para evitar que la piel de los pies se deteriore con facilidad.

Limpieza correcta

Una vez al día, lava los pies con agua templada y jabón suave, asegurándote de aclararlos bien y secarlos correctamente, prestando especial atención entre los dedos.

Si tienes un poco más de tiempo, puedes extender el lavado y añadir sal gruesa y gotas de aceite de lavanda, romero o coco. Esto ayuda a ablandar la piel, relajar los músculos y preparar las zonas que más lo necesitan.

Exfoliación

La piel de los pies tiende a endurecerse, sobre todo en talones o zonas de mayor presión. Para devolverle suavidad, la exfoliación es clave así que se puede usar una piedra pómez o una lima no muy gruesa.

Aplícala con movimientos circulares y suaves en las áreas más ásperas y repite el procedimiento al menos dos veces por semana.

La piedra o la lima ayudarán a eliminar células muertas, mejorar la textura de la piel y favorecer la absorción de los tratamientos hidratantes.

Hidratación

Una vez que la piel está limpia y exfoliada, es el momento de nutrirla, así que elige una crema o bálsamo que tenga ingredientes que retengan la humedad.

Puedes usar urea, manteca de karité, aloe vera, aceites vegetales, entre otros, que favorezcan la piel y le devuelvan la suavidad.

Aplica sobre toda la superficie del pie, incidiendo en el talón, la planta y los laterales. Repite este procedimiento todos los días y antes de dormir para tener mejores resultados.

Cuidado preventivo

Los expertos en el cuidado y la salud de los pies aconsejan:

• Usar calzado cómodo y transpirable, ya que el exceso de fricción o la falta de ventilación favorecen la formación de durezas.

• Evitar caminar descalzo sobre superficies duras o rugosas durante periodos prolongados.

• Cambiar los calcetines a diario y asegurarse de que estén limpios y secos.

En caso de que tengas los pies con grietas profundas, callos, ampollas recurrentes, o padezcas alguna condición médica como diabetes o problemas de circulación, lo mejor es consultar con un profesional.

El diagnóstico profesional determinará cuál es el mejor tratamiento para tus pies.

Fuente: Nivea, Koken