La regularidad consolida tu reloj biológico y te ayuda a despertar con mayor claridad y bienestar cada día
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Dormir bien no solo mejora tu estado de ánimo, sino que también fortalece tu salud física y mental.
Por eso, adoptar hábitos que optimicen tu descanso puede marcar una diferencia profunda en tu día a día.
Una de las recomendaciones más importantes consiste en ajustar gradualmente la hora de acostarte. Si te levantas cansado, es probable que duermas menos de lo necesario.
Los expertos sugieren entre seis y nueve horas de sueño para un adulto. Retrasa o adelanta tu hora de dormir en intervalos de 15 minutos hasta encontrar el punto ideal.

Consejos
La relajación vespertina también juega un papel crucial. Reducir estímulos, como luces intensas o pantallas durante la última hora del día, permite que tu cuerpo aumente naturalmente la producción de melatonina.
Esta transición suave facilita el sueño y disminuye el tiempo que tardas en dormirte.
El entorno donde duermes es igual de importante. Procura tener una habitación oscura, fresca y silenciosa. Apaga el teléfono y elimina fuentes de luz artificial que puedan interrumpir tus ciclos de descanso.
Para despertar de forma más natural, puedes utilizar una lámpara que simule el amanecer, acompañada de un sonido suave en el despertador.
Algunos especialistas recomiendan una técnica adicional:
Por la mañana, exponerte a la luz natural ayuda a cortar la producción de melatonina y activar tu sistema de alerta. Toma un vaso de agua antes del café para combatir la deshidratación matutina y reserva la cafeína para más tarde.
Realizar ejercicio ligero a primera hora también mejora tu energía, especialmente si quieres adoptar un ritmo más madrugador.

Finalmente, mantén rutinas constantes incluso los fines de semana.
La regularidad consolida tu reloj biológico y te ayuda a despertar con mayor claridad y bienestar cada día.
Fuente: Vivo sano






